Hemos recibido en la Delegación la visita de dos misioneras diocesanas, Ramoni Bueno Solís y Mª Teresa Zurdo Herrero, pertenecientes al Camino Neocatecumenal.
Ambas dejaron sus trabajos de enfermera en España y siguieron la llamada a la Misión que las envió a Nicaragua y Oceanía respectivamente.
Aunque sus destinos son totalmente distintos, las dos misioneras nos contaban las principales dificultades con las se han encontrado y que son, además del idioma en el caso de Oceanía: las distintas confesiones religiosas y otro tipo de creencias que existen en ambos lugares, situaciones de extrema pobreza y precariedad, deficiencias culturales y sociales, desprecio por los más desfavorecidos: mujeres, niños y ancianos; situaciones de violencia y abusos de todo tipo, incluso dentro de las propias familias.
Sin embargo, están de acuerdo en la gran recompensa que supone para ellas el ser testigos del Evangelio, y aunque ahora están entre nosotros por problemas de salud y visados respectivamente, lo que más desean es volver a sus destinos misioneros y continuar allí con su tarea de representar la voz, la ternura y el rostro de Jesús ante los más pobres y alejados. #OremosXmisioneros.